Por: Multimedio.com.ar

 

El dictamen, impulsado en comisión por el diputado Juan Pablo De Jesús —del Partido de la Costa—, despejó el camino para avanzar con herramientas que definen el rumbo de las políticas públicas.

¿Qué cambia con estas leyes?

El paquete tiene dos núcleos fuertes:

Presupuesto 2026: prevé una inversión de capital de 3,2 billones de pesos. Habrá fondos para obra pública —vivienda, saneamiento, rutas, infraestructura— y para áreas que hoy sostienen a la provincia: salud, educación, seguridad y asistencia social.

Ley Fiscal Impositiva 2026: mantiene la presión tributaria sin saltos inesperados. Se sostienen alícuotas de Ingresos Brutos, Sellos y patrimoniales. En autos, se propone una rebaja para un amplio sector; en inmobiliario, se aplican criterios moderados.

Según sus defensores, estas medidas buscan que el Estado pueda sostener programas sociales, continuar obras y proteger a quienes más sienten el impacto del ajuste.

El rol de Juan Pablo De Jesús

Que el dictamen lo encabezara De Jesús no es un detalle menor. Como representante del Partido de la Costa, acompañó un proceso clave en Presupuesto e Impuestos que trasciende a su distrito. Su apoyo fortalece la gobernabilidad y permite que el gobierno provincial cuente con herramientas básicas para enfrentar un año duro.

¿Qué gana la gente?

Si esto se implementa bien, los beneficios pueden sentirse en el día a día:

• Obras en marcha: rutas, saneamiento, infraestructura hídrica y mejoras en barrios postergados. Eso se traduce en caminos transitables, acceso al agua y servicios básicos.
• Políticas sociales sostenidas: más respaldo para salud, educación, seguridad y asistencia a sectores vulnerables.
• Alivio fiscal: estabilidad tributaria, rebaja automotor para muchos propietarios y un inmobiliario que no se dispara.
• Movilidad económica: más obra pública, más empleo, más circulación en economías locales.

Un gesto político en un momento frágil

La aprobación no es un trámite. Llega con la provincia atravesando recesión, caída del empleo y tensiones sociales crecientes. Contar con un presupuesto definido y un esquema fiscal previsible se vuelve un escudo para millones de familias y también para los municipios, que dependen de estas partidas para funcionar.

Además, envía una señal: aun en crisis, la Legislatura puede cumplir su rol y dar el marco necesario para que la provincia planifique.

Lo que viene

El desafío ahora es la ejecución real: que los fondos lleguen, que las obras se hagan y que haya transparencia. También queda abierta la discusión sobre la sustentabilidad fiscal en un escenario de inflación y caída de actividad.

Aun así, la sanción del Presupuesto y la Ley Fiscal Impositiva 2026 marca una decisión clara: apuntalar lo esencial —obra pública, servicios, asistencia y alivio tributario— en un año donde nada es sencillo.