

Por: Multimedio.com.ar
Yo no vengo a prometer lo que no sé. Vengo a representar lo que vivo todos los días”. Con esa frase directa, sin maquillaje, Daniel “Chiqui” Maestrello se presenta como candidato a concejal por Construyendo Porvenir, un nuevo espacio político que irrumpe en el escenario del Partido de La Costa con una propuesta tan atípica como contundente: una lista de vecinos comunes, sin experiencia política, pero con los pies hundidos en el barro cotidiano del territorio.
Maestrello no es un nombre reciclado de la política local. Es taxista desde hace 27 años. Es quien escucha a los pasajeros, esquiva baches, ve calles olvidadas y barrios que crecen sin planificación. Y justamente ahí, en ese mapa real, afirma que nace su propuesta.
“La política tradicional nos esquivó durante años. Pero nunca pudo callarnos. Hoy queremos llevar esa voz al Concejo Deliberante”.
Construyendo Porvenir se presenta como una agrupación sin padrinazgos, sin aparatos partidarios ni estrategias de marketing electoral. Su lista está integrada por comerciantes, docentes, electricistas, trabajadores de la salud y amas de casa. Todos, como destaca Maestrello, “gente que labura y vive con el oído puesto en la calle”.
“No somos políticos profesionales. No venimos a decir lo que hay que hacer desde un despacho. Queremos traer al Concejo la realidad que todos vemos y sufrimos”, remarca.
La lógica de esta fuerza es simple pero potente: si la política no representa a los vecinos, que sean los vecinos quienes ocupen la política.
Lejos del discurso técnico, Maestrello habla desde la experiencia. Su lista plantea la necesidad urgente de descentralizar los servicios municipales, mejorar los accesos a los barrios, garantizar presencia estatal donde hoy hay abandono. También apuntan a destrabar el camino para pequeños emprendedores y comerciantes, y a reorganizar el sistema de transporte público, que —según denuncian— quedó chico frente al crecimiento del distrito.
“No venimos a repartir culpas. Venimos a hacernos cargo. Hay barrios enteros donde el único Estado que aparece es el camión de basura. Eso tiene que cambiar”.
Ante la consulta sobre su relación con los partidos tradicionales, Maestrello es tajante: “No estamos contra nadie, pero no queremos parecer a nadie. Si entramos, vamos a legislar con criterio, con sentido común y con calle. No con calculadora electoral ni obedeciendo bajadas de línea”.
Construyendo Porvenir no busca ocupar espacios por ocupar. Según el candidato, su objetivo es abrir una puerta a quienes nunca fueron escuchados. “Hay miles de vecinos que sienten que votar no cambia nada. Nosotros queremos demostrar que sí se puede cambiar, si nos animamos a poner la cara”.
En un contexto donde el desencanto social con la política crece, la figura de Maestrello y su lista encarnan un mensaje claro: que la representación no es un privilegio, sino una responsabilidad. Y que, tal vez, llegó la hora de que los que siempre estuvieron del otro lado de la ventanilla tomen la palabra.
“No sabemos de discursos. Pero sí sabemos de trabajo, de frustraciones, de sueños. Eso también merece una banca”, cierra Maestrello. Y la frase, lejos de sonar a eslogan, retumba como un manifiesto.
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Fuente de consulta.Opinion de La Costa