La última edición de la Fiesta Nacional del Sol y la Familia estuvo atravesada por momentos de profunda emoción, con dos reconocimientos que quedaron grabados en el corazón del público y de la comunidad de San Bernardo. Durante la noche del viernes, uno de los instantes más conmovedores fue el homenaje a Enrique Parra, el primer bebé varón nacido en San Bernardo del Tuyú. Vecino histórico y figura entrañable de la localidad, Enrique fue sorprendido sobre el escenario con una emotiva distinción que incluyó la entrega de una maqueta de su emblemático puesto de diarios de la Vereda Alta, símbolo de trabajo, constancia y cercanía con generaciones de vecinos. La sorpresa fue posible gracias a la complicidad de su familia, que lo llevó a la fiesta bajo el pretexto de presenciar la apertura del Ballet Municipal de La Costa y el espectáculo “Canillitas”, inspirado justamente en su oficio. El reconocimiento despertó una ovación cargada de afecto, memoria y gratitud colectiva. Por otra parte, durante la jornada del sábado se realizó un sentido homenaje a Ángel Doljanín, quien se desempeñó como tesorero de la Comisión Organizadora de la Fiesta Nacional del Sol y la Familia entre los años 2002 y 2015, dejando una huella imborrable en la historia del evento. En representación de la familia, su hermano Pablo tomó la palabra y expresó: *“Dentro de la tristeza de nuestra familia, se dice que tenemos una segunda vida cuando siguen hablando de nosotros después que vamos a otro plano. Y de mi hermano siguen hablando todos sus amigos, sus amistades. Dejó una familia hermosa. Así que les agradecemos este silencio que hacen y el recordatorio para mi hermano. Gracias a la Fiesta del Sol, a la cual pertenecí durante 12 años con mucho esfuerzo. Muchas gracias en nombre de toda la familia”*. Ambos homenajes reflejaron el espíritu de la Fiesta Nacional del Sol y la Familia: reconocer a quienes, con trabajo, compromiso y amor por la comunidad, dejaron una huella imborrable en la historia de San Bernardo.