El clima político del Partido de La Costa quedó marcado tras la lectura del discurso redactado por el concejal Martín Ricardo Fernández, expuesto en el recinto por la concejal Evangelina Cordone. El mensaje no dejó margen para la ambigüedad: “Lo que estamos atravesando no es un simple incumplimiento administrativo, es un golpe directo contra la democracia local”, advirtió desde el inicio.

Fernández sostuvo que el Concejo Deliberante “está paralizado desde marzo en violación abierta de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires”, mencionando específicamente los artículos 190, 192 inciso 5 y 193. También señaló incumplimientos a la Ley Orgánica de las Municipalidades —artículos 21, 68 y 79— y al reglamento interno del HCD: “artículos 8, 19, 20, 22 y 29”.

El eje central del pronunciamiento apuntó a una maniobra política: “El oficialismo ha decidido secuestrar la institucionalidad, transformando la casa del pueblo en un cascarón vacío”. Para Fernández, la parálisis no es casual: “Es una estrategia deliberada. Destruir el contrapeso institucional para gobernar sin control, sin transparencia y sin rendición de cuentas”.

La crítica también rozó la gestión municipal. Señaló “corrupción política disfrazada de indiferencia, fondos públicos administrados con avaricia y voracidad, información escondida y manipulada y una ausencia total de planificación en seguridad, salud, educación e infraestructura vial”. Y agregó que los recursos “no son escasos, pero se diluyen en la opacidad de un gobierno que no rinde cuentas”.

Fernández calificó la situación como “un escándalo institucional de proporciones históricas” y remarcó el rol del presidente del cuerpo: “Ha incumplido sus deberes configurando una cefalía funcional”. También cuestionó al intendente y al oficialismo por “un desprecio absoluto por las normas, por la Constitución y por la comunidad”.

El concejal planteó que este comportamiento no es simple desorden administrativo: “No es solo negligencia, es corrupción política y abuso de poder, porque se apropian de la cosa pública como si fuera propiedad privada”. En ese sentido, recordó: “En Argentina hay una república, no una monarquía”.

El discurso cerró con un llamado firme: “Decimos basta. La cosa pública no es propiedad del intendente ni del presidente del Concejo. Es patrimonio del pueblo”. Y reclamó que el cuerpo retome su actividad: “La democracia no admite parálisis. La comunidad no admite corrupción. Este Consejo debe ponerse de pie”.

El mensaje concluyó con una advertencia directa: “No vamos a tolerar más atropellos, no vamos a aceptar más mentiras, no vamos a permitir que se sigan robando la voz del pueblo”.

Firmado digitalmente por el concejal Martín Ricardo Fernández.

MOMENTO DE LA LECTURA:

TEXTO COMPLETO DE LA NOTA REDACTADA POR FERNANDEZ:

A los concejales y vecinos del partido de la costa. Lo que estamos atravesando no es un simple incumplimiento administrativo, es un golpe directo contra la democracia local. Desde marzo el Consejo Deliberante está paralizado en violación abierta de la Constitución de la provincia de Buenos Aires en sus artículos 190, 192 inciso 5 y 193 de la Ley Orgánica de las Municipalidades en sus artículos 21, 68 y 79 y de nuestro propio reglamento interno, artículo 8, 19, 20, 22 y 29. El oficialismo ha decidido secuestrar la institucionalidad,transformando la casa del pueblo en un cascarón vacío, negando el derecho delos vecinos a tener un consejo que funcione, que controle y que legisle. Esa parálisis es una estrategia deliberada. Destruir el contrapeso institucional para gobernar sin control, sin transparencia y sin rendición decuentas.La comunidad ya lo percibe. Corrupción política disfrazada de indiferencia,fondos públicos administrados conavaricia y voracidad, información escondida y manipulada y una ausencia total de planificación en seguridad, salud, educación,infraestructura vial y administración. Los recursos no son escasos, pero sediluyen en la opacidad de un gobierno que no rinde cuentas y que desprecia a su pueblo. Estamos frente a un escándalo institucional de proporciones históricas. El presidente del Consejo ha incumplido sus deberes configurando una cefalía funcional. El intendente y el oficialismo han demostrado un desprecio absoluto por las normas, por la Constitución y por la comunidad. Este comportamiento no es solo negligencia, es corrupción política y abuso de poder, porque se apropian de la cosa pública como si fuera propiedad privada.Les recordamos que en Argentina hay una república, no una monarquía. Aquí rige la división de poderes y los contrapesos que garantizan el equilibrio en la administración del Estado. Quien desprecia esas reglas, desprecia la democracia y desprecia al pueblo como vecinos, como representantes,como luchadores contra la corrupción y la opacidad. Decimos basta. La cosa pública no es propiedad del intendente ni del presidente del Consejo Deliberante. Es patrimonio del pueblo y el pueblo exige respeto, exige transparencia,exige que se cumpla la ley y que seponga a trabajar de inmediato. La democracia no admite parálisis. LaConstitución no admite desprecio. La comunidad no admite corrupción. Es hora de un cambio de actitud contundente, de recuperar la dignidad institucional y de demostrar que este Consejo Deliberante está al servicio de los vecinos y no de los intereses mezquinosde quienes se creen dueño de una monarquía codiciosa. Hoy decimos con claridad, no vamos a tolerar más atropellos, no vamos a aceptar más mentiras, no vamos apermitir que se sigan robando la voz del pueblo. Este consejo debe ponerse de pie, debe funcionar y debe devolverle a la comunidad el respeto sagrado que merece en la administración de la cosa pública. Muchas gracias.

Firmado digitalmente por el concejal Martín RicardoFernández.